En Estados Unidos, el cold brew se ha convertido en una forma de vida. Es la bebida del trabajo remoto, del morning drive, del brunch de domingo. Pero pocos lo preparan en casa con la dedicación que merece. Esta versión mantiene el espíritu americano, pero con alma artesanal y café colombiano.
Empieza preparando un cold brew concentrado: mezcla 100 gramos de café molido grueso con 1 litro de agua fría, deja reposar entre 14 y 18 horas, y filtra. Guarda en refrigeración hasta por 5 días.
Para la crema de vainilla, mezcla ½ taza de crema ligera (o leche evaporada fría), una cucharadita de esencia natural de vainilla, una cucharadita de azúcar o miel y una pizca de canela. Bate con batidor o espumador hasta lograr una textura aireada, tipo nube líquida.
Sirve hielo en un vaso grande, llena ¾ con el cold brew, y vierte la crema encima. Observar cómo se mezclan los tonos dorados y marrones es parte del ritual: un efecto visual digno de cualquier café de California.
El sabor es equilibrado: el cuerpo intenso del café colombiano se suaviza con la vainilla y la canela, dejando un final dulce y especiado.
Barista tip: para una versión vegana, usa crema de coco y vainilla natural; el resultado será más tropical, ideal para estados como Florida o California.
Generado por IA y curado por CIC HofK Coffee




