Nuestro café nace en montañas que miran al mar Caribe y se tuesta en origen para preservar su carácter. Cada taza reconoce el servicio, crea vínculos y transforma comunidades.
A pocos kilómetros del mar, una cordillera se eleva y crea microclimas frescos, brisas constantes y ríos de montaña. Esta geografía favorece una maduración lenta y una taza naturalmente equilibrada y
Nacimos para honrar a quienes sirven y convertir el café en un vehículo de cooperación internacional. El proyecto se inspira en los lazos forjados entre 17 países aliados y los traduce en acciones concretas que impulsan agroindustria con valor agregado, educación, salud y turismo, con foco en el bienestar de comunidades caficultoras.